La mente de un psicópata

"Roto, retorcido, traumatizado, loco y dañado". Tantas veces escuchando todos esos comentarios durante tantas horas lo ha vuelto algo demasiado insignificante y sin gracia; incluso se podría decir que lo tomo como un halago cuando sale de las bocas de la gente tan fácilmente al momento de verme.

Es gracioso ver sus rostros enojados, tristes o serios mientras que el sonido de las cámaras con sus flashes se hace presente para capturar mi imagen saliendo del lugar donde se llevaba a cabo mi juicio después de que mis pequeños delitos fuesen descubiertos por la pequeña zorra que mantenía bajo llave en mi sótano. Aún no puedo descubrir en qué fallé; si en la cantidad de la droga, el volumen de sus gritos o en dejar las armas en aquel pequeño cuartito que apenas contaba con luz y espacio para mi víctima. Tal vez me equivoqué en todo. Quizá debí haberla asesinado más rápido... O cortarle la lengua antes de que la usara para delatarme.

Ugh, aún recuerdo sus gritos rogando por la ayuda de los oficiales que allanaban mi casa sin explicación alguna. Sus débiles golpes en mi pecho al intentar sacarla a escondidas casi me hacían carcajear. Su asquerosa sangre manchando mi ropa y me hacía resbalar mientras trataba de caminar... Sigo recordando en todos los errores que cometí con ella que hasta me parece irónico que aún así haya fallecido por la abundante pérdida de sangre.

Ah, ahí está su madre.

Wow, hasta ahora reparaba en su gran parecido. Casi engendraba una asquerosa copia de sí misma.

Y de aquel idiota con el que me engañó.



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